¿QUIÉN
ERA SANTA MÓNICA?
Mónica significa: "dedicada
a la oración y a la vida espiritual".
Patrona
de las mujeres casadas y modelo de las madres cristianas.
Reseña:
Nació en Tagaste
(África) el año 331, de familia cristiana. Muy joven, fue dada en matrimonio a
un hombre llamado Patricio, del que tuvo varios hijos, entre ellos San Agustín, cuya
conversión le costó muchas lágrimas y oraciones. Fue un modelo de madres;
alimentó su fe con la oración y la embelleció con sus virtudes. Murió en Ostia
el año 387.
Datos
y aspectos importantes de Santa Mónica:
Fórmula
para no pelear: Mónica explicó
su sabiduría sobre la convivencia en el hogar: "Es que cuando mi esposo
está de mal genio, yo me esfuerzo por estar de buen genio. Cuando el grita, yo
me callo. Y como para pelear se necesitan dos, y yo no acepto la pelea, pues… no
peleamos". Esta fórmula se ha hecho célebre en el mundo y ha servido a millones de
mujeres para mantener la paz en casa.
Mónica recomendaba a otras mujeres casadas, que se quejaban de la
conducta de sus maridos, que cuidasen de dominar la lengua por ser esta
causante en gran parte de los problemas en la casa. Mónica, por su parte,
con su ejemplo y oraciones, logró convertir al cristianismo, no sólo a su
esposo, sino también a su suegra, mujer de carácter difícil, cuya presencia
constante en el hogar de su hijo había dificultado aún más la vida de Mónica.
Patricio murió santamente en 371, al año siguiente de su bautismo.
San Agustín y Santa Mónica:
Cuando murió su padre, Agustín tenía diecisiete años y estudiaba
retórica en Cartago. Dos años más tarde, Mónica tuvo la enorme pena de saber
que su hijo llevaba una vida disoluta y había abrazado la herejía maniquea.
Durante 9 años Mónica no dejó de orar y llorar por su hijo, de ayunar y velar.
Un Obispo llamado San Ambrosio le dice: "Estad tranquila, es imposible que
se pierda el hijo de tantas lágrimas".
Cuando tenía veintinueve años, el joven decidió ir a Roma a enseñar la
retórica. Aunque Mónica se opuso al plan, pues temía que no hiciese sino
retardar la conversión de su hijo, estaba dispuesta a acompañarle si era
necesario. Fue con él al puerto en que iba a embarcarse; pero Agustín, que
estaba determinado a partir solo, recurrió a una vil estratagema. Fingiendo que
iba simplemente a despedir a un amigo, dejó a su madre orando en la iglesia de
San Cipriano y se embarcó sin ella. Más tarde, escribió en las
"Confesiones": "Me atreví a engañarla, precisamente cuando ella
lloraba y oraba por mí".
Finalmente, con todas las oraciones, sufrimientos y sacrificios de
Mónica en agosto del año 386, llegó el ansiado momento en que Agustín anunció
su completa conversión al catolicismo. Poco antes de su muerte Santa Mónica
dice a San Agustín: "Hijo, ya nada de este mundo me deleita. Ya no sé cual
es mi misión en la tierra ni por qué me deja Dios vivir, pues todas mis
esperanzas han sido colmadas. Mi único deseo era vivir hasta verte católico e
hijo de Dios. Dios me ha concedido más de lo que yo le había pedido, ahora que
has renunciado a la felicidad terrena y te has consagrado a su
servicio".
Cuando muere Santa Móncia San Agustín escribió: "Si alguien me
critica por haber llorado menos de una hora a la madre que lloró muchos años
para obtener que yo me consagre a Ti, Señor, no permitas que se burle de mí; y,
si es un hombre caritativo, haz que me ayude a llorar mis pecados en Tu
presencia"
A partir de esta fiesta patronal en honor a San Agustín se quiere
fomentar más su culto venerando también a su Madre Santa Mónica para que ella
interceda por tantas madres de nuestra parroquia que sufren por sus hijos como
Ella sufrió por su hijo San Agustín, pero cuyas oraciones sirvieron para su
conversión.
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